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Algunas de las divisiones que conforman esta competición comienzan a definirse y a tener claros favoritos para ganarlas y así meterse en playoffs. Sin embargo, son más las que no dejan claro el futuro que se les avecina, dándole ese componente de emoción a cada uno de los partidos que se disputan. Para la previa de esta semana, os traigo duelos que acercarían a los actuales líderes de la NFC Este y de la NFC Sur a ese objetivo. Además, un Monday Night Football con olor a épocas pasadas.

Tampa Bay Buccaneers
4-3-0

Atlanta Falcons
4-3-0

Parece que tanto Panthers como Saints ya están fuera de la pelea por la NFC Sur. Además, la derrota de los Falcons el pasado domingo frente a los Seahawks los ha dejado con alguna que otra duda. Para esta semana 8, los de Raheem Morris visitan el feudo del equipo que mejores sensaciones ha dejado hasta el momento dentro de esta división. Sin embargo, el partido del pasado lunes ha puesto a los de Todd Bowles contra las cuerdas. Más allá de la derrota frente a los Ravens, las bajas de Mike Evans y de Chris Godwin van a hacer mucho daño al juego de pase. Jugadores como Palmer, Shepard, McMillan o el tight end Cade Otton tendrán que dar un paso al frente para ayudar a Baker Mayfield.

Una de las claves para que los Bucs puedan mantener un ritmo anotador alto es la capacidad que tienen para correr. El backfield está repleto de talento y de alternativas, y a la presencia de Rachaad White se le ha unido el rookie Bucky Irving y Sean Tucker. Estos tres corredores ofrecen diferentes vías a su quarterback para mover cadenas, incluyendo el juego de pase en screens, donde los de Tampa se muestran muy eficaces. La línea ofensiva está a un grandísimo nivel y genera muchos espacios en el juego terrestre. 

En la secuencia de arriba, podéis observar lo bien que funciona esta unidad. Antes del snap, Cade Otton cambia de lado y genera superioridad numérica a la derecha del ataque. Esto hace que el linebacker tenga que abrirse y vaciar el box, ofreciéndole la oportunidad a la línea ofensiva de poder salir al segundo nivel a bloquear. Mirad como el center y el guard derecho no tienen nadie delante y lo único que tienen que hacer es subir para bloquear a los linebackers, dándole a su running back el espacio suficiente para que traspase la línea de scrimmage y genere un buen número de yardas.

Al otro lado están unos Falcons que se vieron sorprendidos en casa el otro día. Después de tres victorias consecutivas y de una buena primera mitad de encuentro, los de Morris se cayeron en los dos últimos cuartos, principalmente porque tanto Bijan Robinson como Algeier no fueron capaces de correr y abrir así el juego de play action para Cousins. La defensa de los Buccaneers será agresiva en el blitz buscando incomodar al quarterback de Atlanta, por lo que será vital que ese juego por tierra vuelva a ser importante. Este será el segundo duelo del año entre estos dos equipos, por lo que adquiere una importancia vital en la pelea por el título de la NFC Sur.

Washington Commanders
5-2-0

Chicago Bears
4-2-0

El proceso pre-draft estuvo marcado por los debates en torno a dos quarterbacks que parecían optar al número uno. Al final, los Chicago Bears decidieron escoger a Caleb Williams y los Commanders se quedaron con Jayden Daniels. Mes y medio después de que comenzara la competición, parece muy claro que ambas franquicias acertaron con sus elecciones. El impacto de Daniels ha sido mayor que el de Williams, pero poco a poco estamos viendo la versión de Caleb que todos esperábamos. Sin embargo, la lesión de Daniels puede provocar que no veamos este magnífico duelo. En el momento en el que escribo estas palabras, el joven quarterback aún es una incógnita para el domingo, así que solo habrá que esperar acontecimientos y desear que, si no juega este fin de semana, lo haga lo antes posible.

Desde el lado de Bears, me gusta mucho lo que Matt Eberflus está haciendo con su defensa. Es un equipo muy compacto atrás, con grandes jugadores en su secundaria y con un front seven poderoso a pesar de no contar con nombres muy reconocidos por el gran público. Hasta la fecha, ha sido capaz de darle a la ofensiva opciones de competir en cada partido y, con la evolución positiva del ataque, esto se ha convertido en victorias para la franquicia de Chicago. Caleb Williams tuvo grandes problemas, al inicio de la temporada, para manejar las defensas rivales. Su línea ofensiva tiene dificultades frente al pass-rush y el joven quarterback se vio superado en los primeros tres partidos. A partir de ahí, y con la vuelta de Keenan Allen a la alineación titular, Williams empieza a ver el juego con mucha más claridad. Además, desde la banda, soy de los que piensa que Shane Waldron, su coordinador ofensivo, está haciendo un gran trabajo para darle lecturas más sencillas de lo que está pasando delante del quarterback. En las dos imágenes de abajo tenéis un ejemplo de esto que os estoy diciendo.

Antes del snap, DJ Moore juega en motion por detrás del backfield, pero vuelve sobre sus pasos justo cuando se lanza el snap. Esto le da una primera lectura a Williams, ya que hay un defensor que está viajando con el movimiento de Moore, por lo que es muy posible que sea defensa individual. Una vez que el balón le llega al quarterback, este gira su cuerpo hacia el lado derecho de su ataque para fijar a la defensa ahí, mientras que el running back sale al lado contrario acompañado por dos líneas ofensivos. Rápidamente, Williams se gira a su izquierda y entrega el balón al corredor, quien se aprovecha de la superioridad numérica de los bloqueos en campo abajo, y de la defensa individual sobre sus compañeros, para ganar una gran cantidad de yardas.

La idea del cuerpo técnico de los Bears debe ser la de que Williams pueda soltar rápido el pase y darle espacio a los receptores para que generen yardas después de atrapar el ovoide. Cuando la defensa comience a dar un paso hacia adelante para ocupar las primeras 5 o 10 yardas ante este peligro, es cuando Caleb puede empezar a tener espacios en la secundaria rival para sacar su talento de brazo a relucir y buscar a Moore o Odunze tras el play action. Si los Bears son capaces de poner a funcionar su juego de pase, pueden competir perfectamente contra un rival al que se le caen los puntos casi sin querer.

Kliff Kingsbury está dando una exhibición ofensiva con un ataque muy versátil y al que Jayden Daniels sabe sacar todo su jugo. Si al final no pudiera jugar, Marcus Mariota cogería los mandos de la nave para intentar asemejar el trabajo que el rookie lleva haciendo desde el inicio del curso. El duelo entre Terry McLaurin y Jaylon Johnson puede ser el que desnivele el encuentro en favor de un equipo o del otro.

Pittsburgh Steelers
5-2-0

New York Giants
2-5-0

Mike Tomlin sorprendió a todos cuando dio a entender que iba a cambiar al quarterback para el encuentro frente a los New York Jets. Justin Fields había liderado a su equipo a un récord de 4-2 y era Russell Wilson quien iba a ocupar la posición titular a pesar del buen inicio del equipo en esta temporada. Tras un primer cuarto donde las dudas aparecieron en Wilson, su conexión con George Pickens hizo saltar por los aires a la secundaria neoyorquina en los otros tres parciales. El juego de carrera y los lanzamientos al exterior hicieron que la ofensiva pudiese mover cadenas con suma facilidad. Mike Tomlin salió indemne y, a la vez, fortalecido ante la cuestionable decisión que había tomado.

Para este lunes por la noche, los Steelers tendrán la oportunidad de volver a sumar una victoria más frente a unos Giants que siguen sembrando muchas dudas. Lo mejor para los neoyorquinos es que vuelven a tener entre sus filas a uno de los receptores más especiales que tiene la NFL. Con Malik Nabers, los Giants adquieren otra dimensión en la ofensiva, y es algo que van a necesitar en esta semana 8.

En la secuencia de arriba tenemos una acción muy bien diseñada por Brian Daboll y que suele estar muy presente en el play call del head coach de los Giants. Antes del snap, Nabers cambia de lado y arrastra un defensor con ese movimiento, por lo que esto le da la idea a Daniel Jones de estar enfrentándose a una defensa individual. Cuando se inicia el snap, las dos rutas verticales de los dos jugadores que forman en el mismo lado que Nabers generan mucho tráfico en la defensa, dejando un paso por detrás al hombre que está en individual con Nabers. El wide receiver de los Giants corta al interior y juega una shallow cross con todo el campo abierto para recorrer muchas yardas. El pase es rápido y sencillo para Jones, y Nabers se encarga del resto con una aceleración en ruta fantástica. Cuanto más balón vea Malik Nabers, más sencillo será mover cadenas por parte de los neoyorquinos.

El problema y gran clave para este encuentro en el lado de los de New York será la capacidad de la línea defensiva acerera de generar presión sobre Jones. Highsmith fue una pesadilla por el exterior para Tyron Smith el pasado Sunday Night Football y, además, Cam Heyward y, por supuesto, TJ Watt pueden aprovecharse de las debilidades que existen en la línea ofensiva. Daboll necesitará de su juego de carrera, de pockets móviles y de balones en rutas cortas y rápidas del propio Nabers o de Robinson. Si no, puede ser una noche muy larga para el equipo de la Gran Manzana.